El día de los 400 escalones, y lo mismo alguno más.
Hoy ha sido un día genial, a pesar del madrugón. En este tema todos los días son iguales, despertador a las 5 de la mañana y luego todo el día recogidas en la calle.
Hemos empezado la visita por Templo Hindú de Prambanan. Se encuentra a 17 km de Yogyakarta. Al ser primera hora de la mañana tiene muy buena luz y hace un día estupendo para las fotos. Tal como lo recordaba, es impresionante.
Al acercarnos, veo muchos más escalones de los que recordaba. Son difíciles porque son muy altos y desiguales y voy muy despacio. Peor para bajar. El templo es una maravilla, patrimonio de la humanidad desde 1991.
Cuatro puertas llevan al centro del patio principal donde se encuentra una línea de tres templos dedicados a Shiva, Vishnu y Brahma. En una segunda línea cada uno de ellos tiene en frente un templo mas pequeño dedicado a su montura: el toro Nandi, el hombre alado Garuda y el cisne Angsa; y a los lados, entre estas dos líneas, hay dos templos dedicados a Trimurti y Vahana. Además en las esquinas del recinto y en el punto medio de cada uno de sus lados hay distribuidos ocho santuarios que albergan representaciones de lingams.
El templo de Shiva, de 47 m de altura, es el principal y el mayor de los templos. A su lado los de Vishnu y Brahma se elevan hasta los 33 m. Los tres están decorados con relieves que narran historias del Ramayana y el de Vishnu contiene una estatua del dios en su interior. Los templos dedicados a las cabalgaduras son más pequeños y solo se conserva la estatua de Nandi. Cuatro filas de cuadrados rodeaban el patio central con 224 santuarios idénticos, la mayoría de los cuales fueron víctimas de un gran terremoto hace más de un siglo y están actualmente en ruinas.
Toda la visita subiendo y bajando con la pata arrastras. Aunque es temprano hay bastante gente.
A continuación hemos visitado El Kraton o Palacio del Sultán, formado por amplios patios, pabellones y salones, convertido en museo con objetos pertenecientes al Sultán. A mi no me ha parecido demasiado interesante y me recuerda mucho a otros edificios distribuidos por el sureste asiático.
Después nos han llevado a Tamansari o Castillo del Agua, que más bien son unas piscinas para el Sultán. Es bastante pequeño pero muy bonito.
Dentro del recinto del Palacio del Sultán y del Castillo del Agua hay un teatro de sombras protagonizado por marionetas, que suele acompañarse de un gamelan, orquesta tradicional javanesa que incluye gongs y timbales de bronce, platillos, xilófonos y flautas de bambú, y diversos instrumentos de percusión, cuerda y viento que tocan una quincena de músicos sentados en el suelo. Junto a ellos, cuatro mujeres cantan con entonaciones operísticas. Las marionetas, hechas de cuero y piel de cabra, son dirigidas por el dalang, quien desde su silla detrás de la pantalla donde se proyectan las sombras da vida a sus brazos móviles, da voz a todos los personajes y además dirige la orquesta.
Como no podía ser de otra manera, hoy ha tocado de nuevo comida indonesia, pero esta vez estaba todo muy bueno y hemos podido disfrutar de la comida y de la cerveza. He preguntado al guía que de donde viene aquí la religión musulmana, la respuesta es un poco simple. Como les perecía que el budismo y él hinduismu eran muy complicados, pues se convirtieron al Islam, vamos con un par.
Por la tarde con la fresca toca el Templo Budista de Borobudur, a contraluz y con 200 escalones cada uno de un tamaño. Alucinante la vista de todo el conjunto. Está a 40 km de Yogyakarta y es el templo budista más grande del mundo.
Se cree que el conjunto fue construido por la dinastía Sailendra, entre 750 y 850, y abandonado tras el siglo XIV seguramente debido al declive del budismo y del hinduismo en favor de la creciente expansión entre los isleños al Islam. Durante cientos de años estuvo cubierto por ceniza volcánica y vegetación, hasta su descubrimiento en 1814 por Thomas Stamford Raffles, gobernador británico de Java y fundador de la colonia de Singapur.
Borobudur es, visto desde el cielo, un enorme mandala que representa la cosmología budista y la naturaleza de la mente. La base es un cuadrado de 118 m de lado, sobre la que se elevan nueve plataformas, las seis inferiores cuadradas y las restantes circulares. En las plataformas superiores setenta y dos pequeñas estupas rodean una central más grande. Cada una de estas estupas, en forma de campana y con huecos que dejan ver en su interior, contiene una imagen de Buda con las piernas cruzadas en posición de flor de loto. En total hay más de quinientas representaciones de Buda distribuidas por todo el complejo.
Además de las estupas llaman la atención los más de 2.600 relieves que ocupan una superficie de 2.500 m2 y cuentan la historia de Sudhana y Manohara, Se trata de una serie de fábulas cortas con moraleja que explican una de las etapas de la vida de Buda en su proceso por alcanzar la iluminación.
Para terminar la vista de hoy, en los alrededores de Borobudur, dos pequeños templos con pocos escalones. Pawon y Mendut.
Al final nos hemos quedado en el centro comercial de ayer porque queríamos cambiar dinero, que no hemos podido, y Olga quería cenar en un japonés que vimos. Como hay un Carrefour hemos entrado, por comprobar el pelaje básicamente. No nos ha sorprendido demasiado. El japonés al final no muy bueno, y con Coca Cola. Para volver al hotel hemos intentado pillar un taxi pero como no nos hacían rebaja, al final en un tuc tuc esta vez con moto. De nuevo turismo ecológico chupando humo de los tubos de escape, y entre todos los coches. Ahora lo mejor del día ha sido mi bajada del vehículo al llegar al hotel. Cojeando como una pepa. El vigilante de la puerta muerto de risa, y yo cada vez que me acuerdo me río y me duelen los riñones.
Precioso todo, y muy ilustrativo con sus explicaciones. Muy bien, muy bien.
ResponderEliminarRamona