Día 1: Madrid - Doha - Yakarta

Indonesia, de como un chino dijo Sayonara.

Que si que lo sé, Sayonara es "hasta la vista" en Japonés.

Buenos días a todos y bienvenidos a mi nuevo blog. Se ha hecho de rogar pero aquí estamos a 20 de agosto de 2018. Hoy es un día coñazo donde los haya. La espera, el equipaje, el avión, pero como decía mi padre "sarna con gusto, no pica". Es en días como hoy cuando te das cuenta que en el mundo de los viajes estamos en manos de las compañías aéreas más de lo que pensamos.

La vida de turista es muy dura, yo voy muy contenta a todos los destinos viajeros, pero alguna mañana me tengo que levantar y decir: "Yoli, pagas por esto, y te gusta, y mucho". Y cuando me pongo en manos de las compañías aéreas, aparte de tomarme las pastillas de la paciencia, me pongo muy nerviosa. Como dijo un periodista o escritor que ahora mismo no recuerdo su nombre, "he pasado de tener miedo del avión, a tener miedo del aeropuerto". 

En este viaje volamos con Qatar Airways y con Garuda Indonesia, pero los vuelos nos han sido facilitados por la primera. Pues en vez de llevar los vuelos internacionales por un lado, y los nacionales por otro, nos han puesto el mismo localizador para todo. Esto que quiere decir, pues que han enganchado Madrid-Doha-Yakarta-Semarang-Pangkalanbun, y se han quedado tan anchos. El problema es que gracias a esta chorrada no podemos hacer el check in online. Pero ni llamando a la compañía aérea. Así que al aeropuerto con el tema. 

Como esta entrada es un poco de relleno, voy a abundar más en el tema de la vida de turista. Tendría que haber preparado un poema, porque es que da risa. Los viajes empiezan antes, siguen durante y continúan hasta muy después. Como dice un amigo los viajes acaban cuando enseñas las fotos. Que averigüe ese amigo quien es. 

Antes empiezan las peleas en la agencia, el yo quiero esto y me das esto, no quiero estos vuelos porque quiero estos, y por supuesto los "y si..." y los "ya que...". Y a mi cuando voy a soltar el paston, la frasecita, "hija para una vez en la vida...", que mas bien es "hija para una vez al año...". Una vez que ya tenemos el viaje pagado y demás, llega el tema de los seguros, "otro paston" y cual es el más adecuado. ¿Pues sabéis cual es el más adecuado y el mejor?, pues simple y llanamente, el que no se usa. Después llega el tema del equipaje, y que maleta, y que me falta, y que me sobra, y los envases pequeños y la mochila y el bolso de batalla. A esto este año añado bota, zapato ortopédico, muleta y 20 potingues para el pie, vamos que llevo mas potingues que pantalones. El antes acaba cuando el puto avión está corriendo por la pista de despegue. 

El durante, no todo es disfrutar, pero se acerca mucho. Se supone que en un viaje de este tipo, no te preocupas más que de la maleta, pero como hay muchos aviones para ir de un sitio a otro, al final vas con muchos trastos siempre. Tienes que madrugar, a veces mucho. Tienes que comer cuando se puede, si un día comes a las 11 como si comes a las 4. Y si es viaje tropical, pues encima con el repelente de mosquitos, las mosquiteros que son un rollo, etc. El relec extra fuerte dentro de un autobús es toda una experiencia y el andar para todo con el agua mineral también tiene su encanto. La bofetada de calor en el sudeste asiático nada más salir del aeropuerto suele ser también inolvidable. Pero lo dicho, ojalá me den muchos así. Esta etapa acabaría en el aeropuerto de vuelta o en tu casa con tu agua, tu ducha y tu baño.

El después es el mas penoso porque suele ir acompañado de la vuelta a la querida rutina, pero esta fase no acaba nunca porque siempre quedan los recuerdos. Los buenos, los regulares, los malos, las anécdotas, las risas....

Lo mejor es tomárselo todo con mucho humor, llevar la sonrisa puesta, dejar que el país entre en ti y disfrutar. De eso básicamente se trata. 

Os dejo dos misterios:

- ¿Que le hace a un chino decir Sayonara?. Si alguno se acuerda de la anécdota que no la reviente porfa.

- ¿Como cruzarias en Indonesia, cuando estos tíos no respetan los semáforos?

Estamos ya en el aeropuerto, él checkin bien y ahora ya en la puerta de embarque esperando. Lo de la muleta es bastante rollo pero es lo que hay. En breves me desconectaré hasta Doha, que creo que tendremos suerte y veremos muchos peregrinos en su camino a La Meca. 

El cambio de avión en Doha de lujo, después llegada a Yakarta sin novedad, con maletas y mi pie muy bien.